Vuelta a la rutina escolar y nuevo comienzo en la vida escolar

03 septiembre 2018

Llega de nuevo el colegio y con ello la vuelta a la rutina, en verano debido a las vacaciones toda rutina lograda durante el curso ha desaparecido y es importante tener en cuenta el periodo de adaptación que todo niño experimenta tras volver de nuevo a la rutina escolar.

Si en muchas ocasiones se habla del síndrome postvacacional en los adultos, para los niños teniendo en cuenta la gran cantidad de tiempo libre que han pasado fuera de las aulas y todo lo que ello conlleva, la vuelta no es menos difícil para ellos.

Como recomendaciones, se aconseja que las semanas anteriores al comienzo del curso, se vuelva paulatinamente a las rutinas normales de horario con respecto al baño, comidas y sueño.

Es importante que el cuerpo se adapte de nuevo a la rutina de sueño para que no dificulte la entrada en el nuevo curso y así puedan estar con energía  y con motivación desde el comienzo. Al igual que las rutinas de alimentación habrá que adaptarlas a los nuevos horarios para que no suponga en los niños tener la sensación de hambre mientras están en clase y que esto dificulte su aprendizaje.

Sin embargo, para los niños que ingresan por primera vez además de asemejar las rutinas de horarios lo mayor posible a las que deberán de instaurarse con la entrada en el colegio, también será importante que los padres muestren una actitud positiva ante el colegio, que la mañana previa se desayune en un ambiente relajado evitando así las prisas y  a la hora de la despedida en el centro escolar es mejor que esta no sea muy larga para no crear más malestar del necesario en el niño así como darles algún objeto o peluche que les sea familiar para generar seguridad  y hacerles saber que volverán a por ellos tras finalizar el horario de colegio. Preferiblemente es mejor también en cuestión de generar seguridad en el niño que los padres sean los que recojan del colegio.

En esta etapa hay muchos niños que debido a ser la primera vez que experimentan la separación de sus figuras de apego, pueden presentar lo que se conoce como ansiedad de separación en la cual el niño muestra gran malestar ante la separación de sus padres o uno de ellos. Sus reacciones suelen ser desproporcionadas y suelen presentar con síntomas físicos como dolor de barriga, dolor de cabeza y llanto incontrolable entre otras. En estos casos es recomendable acudir a un profesional para poder trabajar dicha ansiedad lo antes posible ofreciendo las pautas pertinentes  tanto a los padres como a los profesores.

Vuelta a la rutina escolar

Priscila Alarcón