Drogodependencias

Tratamiento de Alcoholismo y Drogodependencias

Las drogodependencias son un tipo de trastorno mental provocado por una sustancia externa al organismo, que modifica las funciones de éste a diferentes niveles: fisiológico, conductual o psicológico. El 10% de la población española son drogodependientes. Diferenciamos los tipos de drogas según su efecto en el Sistema Nervioso Central (SNC), por lo que un primer tipo serian las drogas estimulantes, es decir, que activan la función de éste, como la cocaína, anfetaminas o incluso la cafeína. Otro tipo serian los depresores, que ralentizan la actividad del SNC, entre los que se encuentran el alcohol, las benzodiacepinas, los barbitúricos, etc. También deberíamos mencionar otro grupo, las drogas psicodélicas (alucinógenos), que producen alteraciones perceptivas, como LSD o ketamina, entre otros.

El alcohol y la nicotina del tabaco son las drogas legales de mayor consumo. En los últimos 30 años, el consumo de drogas ilegales ha triplicado su uso, siendo cocaína y cannabis las más habituales.

Terapia y ayuda psicológica para adicciones: dejar de fumar, alcohol, drogas...

Pronóstico

La garantía de éxito en el tratamiento en caso de drogodependencias será diferente según cada persona. Es necesario llevar a cabo una evaluación del grado de dependencia así como su contexto social, familiar y laboral, para crear un programa de tratamiento especifico para el paciente.

La existencia de comorbilidad con otras enfermedades también será un factor a tener en cuenta. Hasta el 60% de los pacientes con adiciones presentan otro trastorno psiquiátrico en el momento en el que buscan ayuda. Trastornos de la personalidad, depresión y ansiedad son los mas comunes, pero hay otros que también pueden estar presentes ( TDH, Trastorno bipolar…)

En muchos de los casos, encontramos que el consumo de sustancias puede producir daños físicos irreparables, tanto orgánicos como cerebrales.

Síntomas

Los síntomas que indican el consumo y dependencia de sustancias son muy diferentes según el tipo de sustancia en concreto. A rasgos generales, podemos englobarlos en su mayoría como:

Cambios de humor
Cambios de comportamiento
Aislamiento social y familiar
Falta de motivación
Alteraciones en el patrón de sueño
Aspecto físico descuidado

A continuación citamos algunos síntomas más específicos, dependiendo del tipo de sustancia:

Sustancias con Cannabis: marihuana / hachis.

Suele ser la sustancia con la que se inician los jóvenes en la adicción. Es considerada como “droga blanda” o “terapéutica” y se combina con el uso de otras drogas como el alcohol

Letargo extremo, incremento del apetito, aumento de la presión arterial y frecuencia cardíaca. Falta de concentración, pérdida de memoria a corto y largo plazo, paranoia, boca seca, risa excesiva, pupilas dilatadas, enrojecimiento ocular, enlentecimiento motriz, apatía…

Sustancias inhaladas: pegamento, disolvente, tinta de rotulador, aerosoles

Debido a los altos niveles de toxicidad en el organismo, su consumo puede provocar graves secuelas físicas irreversibles.

Agresividad, desinhibición, nauseas, mareos, taquicardias, temblores… Falta de coordinación motriz, balbuceos, erupción cutánea alrededor de la nariz/boca. Hedor constante a la sustancia ingerida, graves daños cerebrales o muerte súbita.

Analgésicos opioides: heroína, morfina,codeína, metadona y oxicodona

Para consumidores habituales de este tipo de sustancias, el tratamiento requerirá de medicación sustituta a la sustancia. Siempre con supervisión médica.

Depresión, problemas de atención y memoria, confusión, pupilas contraídas. Agitación extrema o somnolencia, balbuceos, sensación de no dolor. Falta de atención, moqueo o heridas nasales, marcas de aguja (si se inyecta la sustancia)

Barbitúricos y Benzodiacepinas

Suelen tomarse buscando sensaciones de relajación y desconexión de la realidad.

Letargo motriz, falta de juicio, desorientación espacial y temporal. Balbuceos, cambios en el estado anímico (irritabilidad), problemas de memoria, respiración enlentecida, baja presión arterial, falta de concentración, mareos.

Metanfetaminas, ccaína, metilfenidato

Se ingiere en busca de la sensación de euforia, incrementar los niveles de energía y funcionalidad en diferentes entornos (trabajo, Universidad). También se usa para controlar el apetito.

Falta de sueño excesiva, pérdida total del apetito y pérdida de peso. Pupilas dilatadas, grado alto de excitación, paranoia, conducta agresiva, nerviosismo, sudoración excesiva, visión borrosa. Confusión mental, ideas falsas de poder, altos niveles de ansiedad, dicción rápida o incoherente. Cambios en la frecuencia cardíaca, en la presión arterial y la temperatura corporal, incremento del deseo sexual y estado depresivo varias horas después de la ingesta. Congestión nasal o daños en la membrana mucosa si se esnifa la sustancia o llagas bucales y enfermedades en las encías y piezas dentales (caries) si se inhala o fuma la sustancia

Drogas sintéticas: Éxtasis (MDMA), ácido y-hidroxibutirico (GBH), Flunitrazepam (Rohypnol), Ketamina

Por los síntomas que a continuación se mencionan, la ingesta de estas sustancias, en concreto, el flunitrazepam, tienden a estar relacionadas con conductas sexuales no consentidas y criminales.

Movimientos involuntarios, paranoia, pupilas dilatadas, aumento o disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, alucinaciones, relajación muscular, desinhibición, falta de coordinación, escalofríos, excesiva sudoración, falta de juicio, problemas de memoria

Alucinógenos

Dietilamida del ácido lisérgico (LSD): Conducta impulsiva, alucinaciones, frecuencia cardiaca acelerada y presión arterial alta, cambios repentinos del estado emocional, cambios repentinos en la percepción e interpretación de la realidad..

Fenciclidina (PCP): Alucinaciones, movimientos oculares involuntarios, conducta agresiva/violenta, falta de coordinación, problemas de memoria, insensibilidad al dolor, intolerancia a los ruidos fuertes, dificultad en el habla, aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, despersonalización (sensación de abandono del propio cuerpo), convulsiones, estado de coma.

Para mayor información, consultar criterios diagnósticos del Manual Diagnostico y Estadístico de Trastornos mentales (DSM V)

Tratamiento

Hoy en día, las drogodependencias deben ser tratadas desde una perspectiva multidisciplinar. Médicos, psiquiatras y psicólogos deben trabajar conjuntamente para obtener los mejores resultados.

Un factor determinante en el tratamiento de las drogodependencias es el reconocimiento del problema por parte del paciente. En base a ello, se recomienda el tratamiento hospitalario o ambulatorio. En casos de adicciones severas, es necesario iniciar el proceso de desintoxicación en un hospital, ya que permite mayor control de la reacción fisiológica y mental que genera el síndrome de abstinencia, así como la evaluación de los daños orgánicos y cerebrales sufridos a raíz del consumo de sustancias.

Para los tratamientos hospitalarios, se recomienda una estancia de 28 días. En ellos el paciente, además de dexintoxicarse, tendrá que adquirir técnicas en el área psicosocial que le permitan deshabituarse del consumo realizado hasta ahora. La Terapia individualizada y grupal cobra extrema importancia en este periodo. Permitirán al paciente reintegrarse en la sociedad de una forma adecuada. Sesiones de psicoeducación orientadas hacia la la familia, si el paciente dispone del apoyo de estos casos, con la intención de se eviten recaídas, pueden llegar a ser muy beneficiosas,

Habrá casos en los que le paciente no podrá evitar verse expuesto a la sustancia y pueden llegar a estar muy presente durante su reinserción en la sociedad. El tratamiento ambulatorio médico – psicológico será crucial en este periodo, que puede extenderse a meses, y que ayudaran a evitar la recaída.